Pollo a la parmesana

Dificultad
Medio

Tiempo total
Ingredientes
Preparación
Arreglamos bien la media pechuga y cortamos superficialmente a la mitad para abrir el pollo. Cubrimos el pollo con un plástico y con ayuda de un martillo hacemos una milanesa lo más delgada posible.
Para la salsa: en una olla agregamos aceite de oliva y el ajo, cuando comience a ablandar, incorporamos los tomates en lata, las hojas de laurel y albahaca y salpimentamos. Dejamos cocinar entre 20 o 40 minutos hasta que los tomates estén blandos. Retiramos las hojas de laurel y albahaca y procesamos los tomates para hacer nuestra salsa.
Para el apanado: disponemos de un recipiente con harina sazonada, otro con galletas de soda trituradas y el último con los Kikes batidos y un poco de leche. Pasamos el pollo primero por la harina, luego por el huevo y terminamos en la galleta triturada.
En una sartén agregamos un poco de aceite y un trozo de mantequilla, ponemos nuestro pollo a cocinar a fuego medio, damos la vuelta y dejamos dorar por ambos lados. Cuando esté listo, retiramos el exceso de grasa con papel absorbente.
Para la pasta: agregamos el spaghetti a una olla con agua y abundante sal. Revolvemos para que no se peguen y dejamos cocinar entre 10 a 12 minutos. Cuando estén listas, colamos y las llevamos un minuto a una olla con aceite de oliva, sal y terminamos con un poco de queso parmesano.
Para terminar, ponemos nuestra milanesa en una sartén, agregamos 2 o 3 cucharadas de la salsa de tomates, queso mozzarella y llevamos al horno hasta que el queso se derrita.
Servimos en un plato nuestra milanesa y acompañamos con el spaghetti, echamos un poco más de queso parmesano y salsa napolitana encima de la pasta. Decoramos con hierbas frescas